El FMI aprueba la última revisión del programa argentino
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la última revisión del programa argentino, con un guiño al ajuste fiscal y una rebaja en las metas de reservas internacionales. A pesar de incumplimientos técnicos, el gobierno de Javier Milei recibirá un nuevo desembolso de u$s2.000 y ganará aire hasta 2027. Esto significa menos presión de corto plazo pero más exigencias estructurales a largo plazo.
Reducción de metas de reservas internacionales
El informe técnico del FMI confirmó que Argentina no cumplió con la meta de acumulación de reservas, pero obtuvo un perdón técnico y un relajamiento en los objetivos futuros. La meta de reservas internacionales netas para diciembre de 2025 se redujo significativamente, pasando de -u$s8.200 millones a -u$s2.600 millones, lo que implica una acumulación neta de u$s5.600 millones, una reducción de u$s5.000 millones respecto a la meta original.
Este alivio se extenderá en las revisiones subsiguientes, con u$s4.000 millones menos para la primera mitad de 2026 y otros u$s2.000 millones para el segundo semestre. A pesar de estas modificaciones, el objetivo final sigue siendo alcanzar u$s22.900 millones de RIN para diciembre de 2027.
Intervenciones en el mercado bajo supervisión
El FMI destacó que las intervenciones del Banco Central en el mercado de futuros del dólar deben ser excepcionales y justificadas por condiciones desordenadas. Se espera que estas intervenciones sean acotadas durante la transición hacia un nuevo marco monetario. El FMI también instó al Gobierno a acumular reservas de manera más flexible y a través del acceso a los mercados internacionales.
El FMI celebró la decisión del Gobierno sobre las LEFI y el cambio en los encajes de los bancos, y avaló la continuidad de las restricciones cambiarias que aún quedan del cepo, aunque recomendó trabajar hacia su eliminación total.
Ajuste fiscal y disciplina monetaria
El FMI ratificó el objetivo de superávit fiscal primario del 1,6% del PBI para 2025, con mayores controles del gasto público, especialmente en áreas sociales. Se proyecta un crecimiento real del gasto primario del 7% en 2025, por lo que se insta a resistir nuevas iniciativas de gasto sin financiamiento, promoviendo un ajuste sin populismo fiscal.
Preocupación por la cuenta corriente y las importaciones
El FMI expresó preocupación por el frente externo, ya que la cuenta corriente volvió a terreno negativo en 2025 debido a la fuerte recuperación del consumo interno y la flexibilización de las restricciones a las importaciones. Se sugiere que un tipo de cambio más alto podría corregir este desequilibrio, encareciendo importaciones y mejorando la competitividad exportadora.
Perspectivas de mediano plazo
A pesar de los desafíos a corto plazo, el FMI mantiene una visión optimista hacia 2026 y 2027. Se espera una aceleración en la acumulación de reservas gracias a mayores ingresos de capital privado, acceso sostenido al financiamiento externo y crecimiento en exportaciones de energía y minería. También se prevé un mayor endeudamiento del sector privado, lo que podría llevar al programa a cumplir sus objetivos para diciembre de 2027.
Conclusión
El acuerdo renovado con el FMI brinda al gobierno de Milei un respiro en términos de presión financiera a corto plazo. Sin embargo, las exigencias fiscales y estructurales se mantienen, lo que implica que el camino por delante sigue siendo desafiante. El compromiso con el ajuste fiscal y la disciplina monetaria será clave para mantener la estabilidad económica y convencer a los mercados de la seriedad del plan implementado.