“Bitcoin vs Oro: ¿Hasta dónde llegará la criptomoneda?”

tupacbruch
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“Bitcoin vs Oro: ¿Hasta dónde llegará la criptomoneda?”

En un mundo de incertidumbre económica, los inversores buscan refugios seguros, y tanto el oro como bitcoin compiten por atraer capital. Mientras el oro alcanza precios históricos, el bitcoin se posiciona como un activo digital con un potencial de apreciación mucho mayor.

El oro ha tenido un año destacado en 2025, con un aumento del 58% y un precio récord de 4.300 dólares por onza. Este incremento se debe a la flexibilización monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y a una demanda sin precedentes de bancos centrales, especialmente en mercados emergentes. Por otro lado, bitcoin ha experimentado un aumento del 63% en su precio en el último año, alcanzando un máximo histórico de 126.000 dólares en octubre de 2025.

### El impulso detrás de bitcoin

La demanda a través de los fondos cotizados en bolsa (ETF) en Estados Unidos ha sido el principal motor del ascenso de bitcoin en este ciclo. El ETF IBIT, gestionado por BlackRock, administra una cantidad significativa de BTC, equivalente al 3,8% de la oferta total de bitcoin. Esta acumulación refleja la confianza creciente en bitcoin como un activo de inversión legítimo.

### El potencial explosivo de una rotación de capital

Según Bitwise, si tan solo el 5% del capital invertido en oro se trasladara a bitcoin, el precio de la moneda digital podría alcanzar los 242.391 dólares. Incluso una rotación más modesta, de entre el 3% y el 4%, duplicaría su valor actual, superando los 215.000 dólares. La asimetría en la capitalización de mercado entre el oro y bitcoin sugiere un potencial de crecimiento significativo para la criptomoneda.

En resumen, el oro y bitcoin compiten por atraer capital en un entorno económico incierto. Mientras el oro ha alcanzado precios históricos, bitcoin muestra un potencial de apreciación mucho mayor. La confianza creciente en bitcoin como un activo de inversión legítimo, junto con el potencial de una rotación de capital desde el oro, podría impulsar el precio de la criptomoneda a niveles significativamente más altos en el futuro.

Factores macro y micro que impulsan el cambio hacia bitcoin

La rotación de capital hacia bitcoin a gran escala requiere condiciones específicas, según Cristóbal Pereira, director ejecutivo de Digital Assets Hub Latam. Desde una perspectiva macroeconómica, la baja sostenida en las tasas de interés en Estados Unidos impulsa la demanda por activos alternativos, como ocurrió en 2020 cuando bitcoin subió un 314% tras los recortes de tasas por la FED. La próxima reunión de la FED en octubre de 2025 podría confirmar una nueva reducción de tasas, lo cual se considera positivo para el activo digital, aunque con cierto retraso en su impacto.

Además, la resolución de tensiones globales, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China o la fragilidad del crédito privado, podría allanar el camino para que los inversores vean a bitcoin como una alternativa viable al oro. En el ámbito microeconómico, la adopción institucional y un marco regulatorio más claro son catalizadores para una migración desde el oro hacia bitcoin como reserva de valor digital. La volatilidad de bitcoin, que ha disminuido del 100% en 2013 a un rango de 30%-35% hoy, no es un obstáculo, ya que su escasez programada, trazabilidad y autonomía frente a políticas monetarias lo hacen cada vez más atractivo.

El oro no cederá terreno fácilmente a bitcoin

A pesar del entusiasmo por bitcoin, el oro mantiene una fortaleza estructural. Goldman Sachs proyecta que los bancos centrales de países en desarrollo continuarán acumulando oro durante al menos tres años más, impulsados por una estrategia de diversificación en mercados emergentes. Por otro lado, Ed Yardeni, presidente de Yardeni Research, prevé que el oro alcanzará los 5.000 dólares por onza en 2026 y podría llegar a los 10.000 dólares entre 2028 y 2029. Esto sugiere que el metal no perderá relevancia pronto, pero una toma de ganancias tras su rally podría abrir la puerta a bitcoin.

El oro responde más a la política monetaria y al dólar, mientras que bitcoin está más ligado a las expectativas de crecimiento global, lo que destaca las dinámicas complementarias entre ambos activos.

Bitcoin, el nuevo refugio digital

La narrativa de bitcoin como “oro digital” se fortalece en un entorno económico desafiante. A diferencia del oro, cuyo rendimiento depende en gran medida de factores tradicionales como la política monetaria, bitcoin ofrece un perfil único: descentralización, escasez programada y una adopción institucional en aumento, impulsada por vehículos como los ETF. Empresas de cotización públicas y gobiernos ya lo consideran una reserva de valor, y su liquidez creciente reduce su volatilidad histórica.

Cristóbal Pereira no considera descabellada la proyección de Bitwise de un bitcoin a 240.000 dólares en un horizonte de tres a cinco años. Sin embargo, advierte que el camino no estará exento de obstáculos, ya que la incertidumbre macroeconómica y la necesidad de marcos regulatorios claros serán determinantes.

Una carrera de largo aliento

La competencia entre el oro y bitcoin no es un juego de suma cero, pero el potencial de la moneda digital para captar capital es innegable. Una corrección en el precio del oro, combinada con un entorno macroeconómico favorable y avances regulatorios, podría acelerar esta transición. Mientras el oro sigue siendo el refugio tradicional, bitcoin se perfila como una alternativa moderna, lista para capitalizar cualquier cambio en las preferencias de los inversores.

En este escenario, una modesta rotación de capital desde el oro podría redefinir el mercado de activos digitales. Con la reunión de la FED a la vuelta de la esquina, un precio de bitcoin que ha escalado un 63% en el último año y la creciente tracción de los ETF, los próximos meses serán cruciales para determinar si bitcoin logrará consolidarse como el nuevo “oro digital”.

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