Brasilia – El Congreso brasileño aprobó este miércoles una serie de reformas que reducen significativamente las restricciones ambientales en el país, marcando un duro golpe para la política ecológica impulsada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La medida implica la flexibilización de normas históricas que regían la protección de áreas forestales y el licenciamiento de actividades extractivas.
La votación en ambas cámaras reveló la fuerza de la bancada ruralista, que venía presionando por cambios que, según defienden, permitirán “destrabar inversiones y generar empleo en regiones productivas”. Por el contrario, organizaciones ambientalistas advierten que estas modificaciones “ponen en riesgo décadas de avances en conservación y pueden incrementar la deforestación en la Amazonia”.
Impacto político y económico
El retroceso normativo se da en un contexto complejo para Lula, que había prometido reposicionar a Brasil como referente global en materia ambiental. Con este resultado, el Gobierno enfrenta críticas internas y externas, especialmente de socios comerciales europeos que condicionan acuerdos al cumplimiento de compromisos climáticos.
Analistas señalan que el cambio legislativo podría generar beneficios de corto plazo para el agronegocio, un sector clave en la economía brasileña, pero a costa de tensiones diplomáticas y posibles sanciones comerciales. “Es una apuesta arriesgada que busca equilibrar poder político con rentabilidad económica”, indicó un experto en comercio exterior consultado por este medio.
El efecto sobre la imagen de Lula
Esta derrota se suma a otras complicaciones que enfrenta el mandatario en su segundo mandato, donde la fragmentación del Congreso limita su margen de maniobra. “El discurso verde pierde peso frente a la presión del lobby agroindustrial”, remarcan desde la oposición, mientras que el oficialismo intenta minimizar el impacto señalando que “se trata de ajustes, no de una desregulación total”.
Comentario del autor: Con este panorama, uno se pregunta: ¿a quién pondría Lula en su equipo de fútbol 5? Porque viendo la marca floja en el Congreso, parece que varios están jugando para el otro lado.