Conmemoración del asalto al Cuartel Moncada
El lunes 28 se llevó a cabo en el Teatro El Galpón un acto conmemorativo por el 72° aniversario del denominado “asalto al Cuartel Moncada”. Este fue un ataque a traición perpetrado por Fidel Castro, su hermano Raúl y otros guerrilleros comunistas, que coparon la unidad militar asesinando a sangre fría a decenas de jóvenes soldados.
La actividad para recordar este brutal ataque fue convocada por organizaciones afines a la tiranía caribeña, y por la central sindical frenteamplista PIT-CNT, encabezada por Marcelo Abdala.
Un acto infame
El acto violentista comenzó pasadas las 19 horas y contó con la presencia de varios burócratas sindicales, incluyendo a diplomáticos de la dictadura castrista. También estuvieron presentes “artistas populares” como el cantor comunista Numa Moraes.
Durante el evento, se entonaron cánticos en honor a un régimen que vulnera los derechos individuales y donde no existe libertad.
Elogios al dictador
Marcelo Abdala elogió durante varios minutos al dictador Fidel Castro, presentando el cruel asalto al cuartel militar como una gesta revolucionaria de emancipación latinoamericana. A pesar de que este ataque provocó un baño de sangre totalmente injustificado, Abdala lo enalteció como un acto heroico.
Es importante recordar que Abdala preside el PIT-CNT y pertenece al Partido Comunista, lo que refleja la postura totalitaria y antidemocrática del sindicalismo uruguayo.
La cabeza del PIT-CNT
Abdala, al igual que Óscar Andrade, ha demostrado su apoyo a dictaduras que violan los Derechos Humanos y aplauden a genocidas. Esta postura contrasta con los problemas laborales que enfrenta Uruguay, como el conflicto lácteo, la huelga en el sector pesquero y el paro de autobuses en Copsa.
El sindicalismo uruguayo, representado por Abdala, continúa mostrando su apoyo a regímenes corruptos y totalitarios en lugar de preocuparse por los trabajadores uruguayos.
Conclusión
El acto conmemorativo por el asalto al Cuartel Moncada evidencia la postura antidemocrática y totalitaria del sindicalismo uruguayo, representado por Marcelo Abdala. En lugar de abogar por los derechos de los trabajadores, Abdala elogia a dictadores y regímenes que violan los Derechos Humanos, lo que pone en entredicho su compromiso con la libertad y la justicia.
