Las autoridades argentinas han iniciado una investigación contra Patricia Kadgien, hija de un exoficial nazi, y su esposo Juan Carlos Cortegoso, luego de descubrir una pintura robada durante la Segunda Guerra Mundial que estuvo desaparecida por más de 80 años.
### Descubrimiento de la pintura robada
La obra en cuestión es un retrato de la condesa Colleoni, realizado por el artista italiano Giuseppe Ghislandi, que perteneció al marchante de arte judío Jacques Goudstikker en Ámsterdam. Durante la ocupación nazi, la galería de Goudstikker fue saqueada y muchas piezas terminaron en manos de jerarcas del régimen.
El cuadro fue identificado a partir de una fotografía publicada en un aviso inmobiliario de una casa en Mar del Plata, propiedad de Kadgien. Esta imagen levantó sospechas y desencadenó una investigación judicial que resultó en allanamientos y la recuperación de la obra.
### Implicaciones legales y defensa
La fiscalía ha imputado al matrimonio por encubrimiento agravado, ya que intentaron obstaculizar el trabajo de los investigadores al eliminar el anuncio en línea, quitar el cartel de venta de la vivienda y reemplazar la pintura por un tapiz antes del allanamiento policial. La defensa, liderada por el abogado Carlos Murias, ha negado las acusaciones y afirmó que sus clientes estaban dispuestos a entregar la pieza voluntariamente.
Respecto a las restricciones impuestas por la justicia, que incluyen la entrega de pasaportes, prohibición de salir del país por 180 días y autorización judicial para ausentarse de su domicilio por más de 24 horas, Murias las consideró excesivas pero finalmente aceptó las condiciones.
### Confiscación de otras obras
Además del retrato de Ghislandi, los allanamientos permitieron confiscar grabados, dibujos y dos pinturas del siglo XIX cuyo origen será analizado para determinar si también fueron producto del saqueo nazi. De confirmarse, podrían surgir nuevas imputaciones contra el matrimonio.
### Conexión con el nazismo y el expolio cultural
Patricia Kadgien es hija de Friedrich Kadgien, oficial de las SS que escapó a Argentina tras la derrota alemana y falleció en 1979. Su apellido vuelve a la escena pública en un episodio que conecta la historia del nazismo, el expolio cultural de la Shoá y la presencia de fugitivos del Tercer Reich en Sudamérica.
El cuadro recuperado ha sido inscrito en el registro de la Corte Suprema de Argentina y permanecerá en el Museo del Holocausto de Buenos Aires, bajo estricta custodia y sin exposición pública, a pedido de la fiscalía. Allí aguardará hasta que se defina si será restituido a los herederos de Goudstikker o devuelto al Estado neerlandés.
### Reflexión final
Este caso no solo reabre un capítulo pendiente de la memoria europea, sino que también sitúa a Argentina en el centro de una trama histórica donde aún hay obras perdidas, familias en busca de justicia y preguntas sin respuesta sobre el destino de los tesoros saqueados por el régimen nazi.
