Reapertura de playas en Nueva York tras el huracán Erin
El sábado, las playas del área triestatal de Nueva York reabrieron después del paso del huracán Erin. Sin embargo, la reapertura llegó un día tarde para el ex secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, quien fue expulsado de Georgica Beach, una exclusiva playa de East Hampton, el viernes, cuando aún regía la prohibición de acceso debido al peligroso oleaje provocado por la tormenta.
Expulsión de Antony Blinken de Georgica Beach
En varias fotografías publicadas, se observa a Blinken, de 63 años, disfrutando del sol en la playa junto a un amigo cuando un patrullaje de guardavidas se acercó para ordenarles abandonar el lugar. Después de recoger sus pertenencias, una bolsa de lona, una toalla de playa y una silla plegable, se retiró hacia el estacionamiento en lo que fue descrito como una “caminata de la vergüenza”.
Reapertura de playas y restricciones
Aunque el huracán Erin ya se había alejado de la región, muchas playas seguían cerradas el viernes debido a los efectos residuales del fenómeno, como fuertes corrientes de resaca y olas peligrosas. El sábado, la mayoría de las playas reabrieron, aunque en algunos puntos aún se mantenían restricciones para nadar.
Georgica Beach, ubicada en el extremo sur del barrio Apaquogue de East Hampton, es un destino habitual de surfistas y residentes adinerados, y Blinken es un visitante frecuente.
Antecedentes de Antony Blinken en East Hampton
Se recuerda que también estaba de vacaciones en el mismo lugar el 15 de agosto de 2021, justo cuando los talibanes tomaron el control de Kabul, Afganistán. En aquella ocasión, Blinken interrumpió su descanso y regresó a sus funciones diplomáticas para intentar gestionar la crisis.
Su padre, Donald Blinken, ex embajador de Estados Unidos en Hungría durante el gobierno de Bill Clinton, vivió estacionalmente durante más de 50 años en Lily Pond Lane, también en East Hampton.
Impacto del huracán Erin en la costa este de Estados Unidos
El huracán Erin se formó en el Caribe, alcanzando la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y convirtiéndose en una de las tormentas más grandes jamás registradas, con un diámetro de aproximadamente 800 kilómetros. Aunque el centro de la tormenta permaneció a más de 1000 kilómetros de la costa de Nueva York, su enorme tamaño causó estragos a lo largo de la costa este de Estados Unidos, generando peligrosas condiciones en el mar, incluyendo fuertes corrientes y oleajes que obligaron al cierre de playas en varios estados.
Algunas playas en la costa de Nueva Jersey permanecieron cerradas durante el sábado para tareas de limpieza y restauración, según informes locales.
Conclusión
La reapertura de las playas en el área triestatal de Nueva York tras el paso del huracán Erin marcó un alivio para los residentes y visitantes. A pesar de las restricciones iniciales, la normalidad comenzó a regresar a las zonas afectadas por la tormenta, permitiendo que las personas disfrutaran nuevamente de estos espacios naturales.