“Gran terremoto ruso: el tsunami que sembró pánico”

tupacbruch
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“Gran terremoto ruso: el tsunami que sembró pánico”

Terremoto de magnitud 8,8 en Rusia desata alerta de tsunami en el Pacífico

Un terremoto de magnitud 8,8 sacudió la región oriental de Rusia, específicamente en alta mar, al este de la península de Kamchatka. Este fenómeno generó una ola inmediata de alertas por tsunami a lo largo del océano Pacífico, desde Japón hasta América Latina, incluyendo evacuaciones masivas y cierres portuarios. A pesar de las expectativas, el tsunami apenas alcanzó alturas de entre 50 centímetros y un metro, sin registrar víctimas fatales, derrumbes mayores ni catástrofes generalizadas.

Localización y consecuencias del terremoto

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) localizó el epicentro del sismo a 52,40 grados de latitud norte y 160,20 grados de longitud este, a una profundidad de 19 kilómetros. La zona más cercana al epicentro fue Sévero Kurilsk, en la región rusa de las islas Kuriles, ubicada a 350 kilómetros del temblor, donde las olas alcanzaron los cuatro metros y llegaron a internarse hasta 400 metros tierra adentro. A pesar de esto, no se reportaron muertes ni derrumbes estructurales.

Reacción y medidas tomadas

El gobernador de Kamchatka, Vladimir Solodov, calificó al sismo como “el más grave y más fuerte de las últimas décadas” y destacó la respuesta de las autoridades y del personal médico. Aunque la magnitud del terremoto lo ubica entre los más fuertes de la historia reciente, las consecuencias fueron contenidas en gran parte gracias a la existencia de sistemas de alerta temprana y la respuesta rápida de los distintos países.

En Japón, donde la memoria del desastre nuclear de Fukushima sigue fresca, se evacuó a cerca de dos millones de personas, incluidos los trabajadores de la planta atómica. Las olas llegaron a medir 1,3 metros, y aunque no causaron estragos, una mujer falleció al intentar evacuar una zona bajo alerta. En América Latina, países como Chile, México, Colombia, Ecuador y Perú reaccionaron con protocolos preventivos.

Repercusiones en América Latina

En Chile se evacuó a más de 1,5 millones de personas, especialmente en el borde costero, y se suspendieron clases en ciertas zonas. Las olas en Isla de Pascua alcanzaron los 70 centímetros, lo que motivó el descenso de la alerta a un estado de precaución. En México se cerraron y luego reabrieron los puertos tras constatar que no habría mayores fluctuaciones en el nivel del mar. Ecuador levantó la alerta aunque advirtió posibles variaciones residuales del nivel costero.

En todos los casos, los organismos técnicos coincidieron en que las medidas adoptadas fueron eficaces y que la cooperación internacional es fundamental para mitigar el riesgo de tsunamis en el futuro.

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