Las 10 supersticiones más populares: ¿por qué seguimos creyendo en ellas?

tupacbruch
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Aunque la ciencia avanza a pasos agigantados y los datos parecen regir nuestra vida cotidiana, las supersticiones se resisten a desaparecer. Desde tocar madera hasta evitar el número 13, millones de personas en el mundo siguen repitiendo rituales cargados de simbolismo y misterio. ¿De dónde vienen estas creencias y por qué siguen tan vivas en pleno siglo XXI?

A continuación repasamos las diez supersticiones más conocidas, su origen histórico y las razones de su persistencia en la cultura popular.


1. Tocar madera

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Una de las supersticiones más extendidas. Se cree que viene de rituales paganos en los que los árboles eran considerados sagrados y protectores. Hoy, el gesto de tocar madera después de desear algo busca “ahuyentar la mala suerte” o impedir que se rompa un buen augurio.


2. Pasar por debajo de una escalera

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Más allá del riesgo físico, su origen es simbólico. En la Edad Media, la escalera apoyada en la pared formaba un triángulo, representación de la Trinidad cristiana. Romper esa figura era visto como un sacrilegio, de ahí la asociación con la mala fortuna.


3. Romper un espejo trae siete años de desgracia

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El espejo fue durante siglos mucho más que un objeto: se le atribuía la capacidad de reflejar el alma. En la Roma antigua se creía que el ciclo vital se renovaba cada siete años; romper un espejo implicaba dañar el espíritu durante ese periodo.


4. Cruzar los dedos

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Hoy lo hacemos para desear suerte, pero en la Edad Media era un gesto ritual para “invocar la protección divina”. Dos personas entrelazaban sus dedos como un pacto de fe. Con el tiempo se simplificó al gesto individual que todos conocemos.


5. Derramar sal en la mesa

Las 10 supersticiones más populares derramar la sal

La sal era un bien tan valioso que desperdiciarla se asociaba con la desgracia. Además, la iconografía cristiana colocó a Judas Iscariote derramando un salero en la Última Cena. Para contrarrestar el mal presagio, nació la costumbre de lanzar una pizca sobre el hombro izquierdo.


6. Martes 13 (o viernes 13)

Las 10 supersticiones más populares martes 13 y/o viernes 13

En el mundo hispanohablante, el martes 13 concentra las supersticiones: “En martes, ni te cases ni te embarques”. El martes estaba consagrado al dios de la guerra, Marte, y el número 13 se vinculaba al caos. En cambio, en países anglosajones el temor recae en el viernes 13, asociado a la crucifixión de Cristo y a la última cena.


7. El mal de ojo

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Presente en culturas de todo el planeta, consiste en la creencia de que una mirada cargada de envidia puede causar enfermedad o desgracia. Amuletos como la “mano de Fátima” o el ojo turco siguen siendo populares en muchas sociedades actuales.


8. La pata de conejo

Las 10 supersticiones más populares: pata de conejo

Amuleto de buena suerte en Europa y Norteamérica, tiene raíces en antiguas tradiciones celtas. El conejo, por su capacidad de reproducción, simbolizaba fertilidad y prosperidad. Llevar consigo una pata del animal pasó a convertirse en una práctica supersticiosa muy común.


9. El trébol de cuatro hojas

Las 10 supersticiones más populares: trebol de 4 hojas

Su rareza en la naturaleza lo convirtió en un símbolo de fortuna. Cada hoja representa un valor: esperanza, fe, amor y suerte. Encontrar uno equivale, aún hoy, a un pequeño milagro botánico cargado de significado positivo.


10. La herradura en la puerta

Las 10 supersticiones más populares: herradura de la buena suerte

De origen europeo, la herradura era considerada un objeto protector contra los malos espíritus. Clavarla en la entrada del hogar, con las puntas hacia arriba, garantizaba abundancia y buena fortuna. Esta costumbre todavía se conserva en muchas casas rurales.


Bonus: El misterio del gato negro

Pocos animales cargan con tanta simbología como el gato negro. En la Edad Media, la Iglesia lo asoció con la brujería: se decía que las brujas podían transformarse en gatos para moverse de noche sin ser vistas. De ahí nació la creencia de que cruzarse con uno traía desgracias.

el mito del gato negro

Sin embargo, no en todas partes es un mal augurio. En Escocia e Inglaterra se consideraba que la llegada de un gato negro a casa era presagio de prosperidad. En Japón, todavía hoy, se cree que atrae buena suerte, especialmente en el amor.

Esta dualidad cultural demuestra cómo un mismo símbolo puede significar cosas opuestas: mala suerte en unos países, fortuna en otros. Quizás por eso, hasta hoy, encontrarse con un gato negro sigue siendo un momento cargado de misterio… y de superstición.


¿Por qué seguimos creyendo?

Los psicólogos explican que las supersticiones cumplen una función: ofrecen sensación de control en situaciones de incertidumbre. Desde deportistas que repiten rituales antes de competir hasta personas que evitan un número en un billete de avión, la superstición es una forma de enfrentar el azar.

En definitiva, más allá de su origen histórico, estas creencias forman parte de nuestro patrimonio cultural. Y aunque muchos digan no creer, basta que se acerque un martes 13 para que más de uno evite tomar decisiones importantes.

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