El eco de la Ley Bitcoin en El Salvador ha perdido fuerza en el Fondo Monetario Internacional, pero en las comunidades salvadoreñas se gesta un movimiento más profundo y significativo. Mientras que la adopción de bitcoin como moneda de uso diario es mínima a nivel nacional, en ciertas comunidades como Bitcoin Berlín se está creando una economía circular real y orgánica.
### El fracaso de la iniciativa estatal y el surgimiento de las comunidades de bitcoin
Un estudio publicado en la revista Science reveló que la adopción de bitcoin en El Salvador es prácticamente nula, con solo un pequeño grupo de usuarios que lo utilizan regularmente. La encuesta Rumbo País 2024 de la Universidad Francisco Gavidia también señaló que el 92% de los salvadoreños no utiliza bitcoin para transacciones, lo que refleja una falta de comprensión y confianza en la moneda digital.
### El verdadero motor son las comunidades de bitcoin
A pesar de los obstáculos, comunidades como Bitcoin Berlín en Usulután están construyendo economías circulares basadas en el uso de bitcoin para pagos en tiendas, restaurantes y mercados. Estas iniciativas no dependen de fondos estatales, sino de la pasión de sus habitantes y el apoyo de donantes anónimos de la comunidad global. La educación juega un papel fundamental en este proceso, con iniciativas como Mi Primer Bitcoin cerrando la brecha de alfabetización digital y empoderando a la población con conocimientos sólidos sobre la moneda digital.
### Dos velocidades para bitcoin en El Salvador
A pesar de que la Ley Bitcoin atrajo turismo y puso a El Salvador en el mapa como un referente en la adopción de bitcoin, la realidad es que la iniciativa estatal no logró generar confianza ni un uso masivo de la criptomoneda. Por otro lado, el surgimiento de movimientos descentralizados y comunitarios demuestra que la adopción de bitcoin no se impone, sino que se cultiva desde la base. Las comunidades de bitcoin en El Salvador son la verdadera prueba de que la adopción de esta moneda digital es un proceso orgánico y educativo que está construyendo un futuro financiero tangible, persona por persona y tienda por tienda.
En conclusión, mientras que la iniciativa estatal de adoptar bitcoin en El Salvador ha enfrentado desafíos y críticas, las comunidades locales han demostrado que la verdadera adopción de esta criptomoneda surge de la pasión, educación y compromiso de sus habitantes. El experimento en El Salvador ha revelado que la adopción de bitcoin no se trata solo de decisiones gubernamentales, sino de la construcción de economías circulares y vibrantes desde la base comunitaria.
